Una estrategia de reducción de costos que los fabricantes han aprovechado es utilizar plataformas mundiales. Estas fórmulas de gran alcance para la producción ayudan a dispersar los costos del diseño y el desarrollo en una gama más amplia de tipos de vehículos, lo que aumenta la capacidad de los fabricantes de responder de manera flexible a los cambios en las preferencias de los consumidores.

De hecho, esta estrategia es tan generalizada, que la empresa de asesoría IHS Automotive, con sede en Detroit, proyecta que solo las diez principales plataformas mundiales probablemente serán responsables de nada menos que 27.8 millones de vehículos en el 2020.

El inconveniente de las plataformas mundiales

Las plataformas globales tienen sus desventajas. Cuando millones de autos comparten las mismas piezas y estructuras básicas, un solo error en estas se puede propagar a un número impresionantemente alto de vehículos. En estos casos, poco valdrían los ahorros de costos de las plataformas, ya que el costo de las retiradas que se deberían realizar sería mucho mayor.

Esto hace que la reducción de errores (como también la prevención de la falsificación) sea más fundamental que nunca. Afortunadamente, la tecnología de automatización industrial está avanzando a la par de las necesidades de los consumidores de automóviles, y existen muchas soluciones que pueden ayudar a los fabricantes de automóviles a aprovechar los beneficios de las plataformas mundiales, sin que aumenten por esto los errores.

Quizás la estrategia más importante para reducir errores es la trazabilidad. La trazabilidad garantiza que cada pieza en la línea de producción contenga datos clave, tales como el número de lote, el número de serie, el fabricante de origen y la fecha de producción, y los lleve dondequiera que vaya. En el caso de una retirada, es conveniente contar con un registro integral y de fácil acceso de esta información.

Elementos clave que se deben tener en cuenta al implementar un sistema de trazabilidad

El éxito de un sistema de trazabilidad depende en gran medida de la calidad de las marcas que contienen los datos de identificación de la pieza. Dado que en la fabricación de automóviles se utilizan muchas sustancias químicas fuertes y altas temperaturas, los códigos de barras, generalmente en la forma de marcas directas en las piezas o DPM (Direct Part Marks, marcado directo de piezas), deben tener la capacidad de resistir estas condiciones. De lo contrario, la producción se podría detener innecesariamente debido a que los códigos no se pueden leer.

El marcado láser es una excelente forma de aplicar marcas de alta resolución que son muy durables. La familia de marcadores láser MX-Z de Omron puede marcar caracteres duraderos de hasta 0.1 mm (100 µm) en una variedad de materiales, incluidos acero inoxidable, hierro, cobre, oro, plata, aluminio y plásticos, con la opción de utilizar marcado de color en acero inoxidable.

Los lectores industriales de código de barras y DPM de Omron, incluidos la familia MicroHAWK y el HS-360X, contienen algoritmos avanzados para leer códigos dañados. Estos lectores también están reforzados para garantizar que el entorno hostil no afecte sus funcionamientos internos. El HS-360X, por ejemplo, puede soportar varias caídas, desde hasta ocho pies.

Según el grupo de asesoría IHS Automotive, se espera que las diez principales plataformas mundiales pronto generen aproximadamente 30 millones de vehículos, con lo que contar con un sistema de trazabilidad sólido es una estrategia clave para garantizar la visibilidad en tiempo real, que permite corregir problemas rápidamente, antes de que afecten a millones de autos nuevos que entren al mercado.

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