En Omron, uno de nuestros principales objetivos es hacer la trazabilidad lo más intuitiva y accesible posible. Una de las formas de facilitar la implementación de la trazabilidad es simplificando la manera en que esta se concibe. Es por eso que nos gusta usar la sigla “MVRC” (del inglés Mark, Verify, Read and Communicate, Marcar, Verificar, Leer y Comunicar) para asociar el concepto a procesos y tecnologías concretos.

Observemos con más detalle cada componente de MVRC.

“M” es de “marcar”. La base de la trazabilidad es el código de barras, una estructura legible por máquinas que contiene todos los datos pertinentes acerca de una pieza en particular. Con cada escaneo, esta información se envía a una base de datos junto con una marca de tiempo, de manera que la ubicación y el estado de todos los WIP (del inglés Work-In-Progress, trabajos en proceso) se reflejen en registros digitales.

Para garantizar que las marcas sean inseparables de los objetos que designan, los fabricantes a menudo utilizan marcado directo de piezas (DPM, del inglés Direct Part Marks). Los DPM son códigos de barras que se graban, se imprimen o se marcan directamente en la misma pieza. En muchas industrias también se utilizan etiquetas impresas, pero los DPM son una solución más durable de trazabilidad.

“V” es de “verificar”. Los DPM deben ser legibles durante todo el proceso de producción y la cadena de suministro, e incluso, en algunos casos (como la fabricación de automóviles o la industria aeroespacial), lo deben seguir siendo durante toda la vida útil de la pieza. ¿Cómo pueden saber los fabricantes si las marcas soportarán las presiones de la planta y los cambios impredecibles de la cadena de suministro?

Para garantizar la legibilidad, los códigos se deben verificar minuciosamente según normas desarrolladas por la Organización Internacional para la Normalización (ISO, del inglés International Organization for Standardization). La verificación de los códigos de barras es un proceso complejo, que califica cada código individual respecto de varias normas ISO clave, incluido el contraste de símbolos (la diferencia de intensidad entre las celdas o barras claras y oscuras) y la modulación (la medida en que el contraste varía en todo el símbolo).

“R” es de leer (del inglés “Read”). Una vez que las piezas de los WIP están marcadas y se ha verificado que sus códigos son de buena calidad, los fabricantes deben asegurarse de que sus sistemas lean dichos códigos en puntos clave en toda la línea de producción. El análisis de los datos de la lectura de códigos ayuda a los fabricantes a optimizar su proceso de fabricación, a identificar problemas con máquinas específicas y a garantizar que todas las piezas hayan pasado por todos los pasos de fabricación.

Sin embargo, la lectura de códigos se ve dificultada en muchas industrias por los rigores de los entornos de fabricación. Desde exposición a altas temperaturas hasta lavados químicos, sobran las instancias en las que los códigos de barras se pueden dañar. Afortunadamente, en la actualidad muchos lectores de código de barras diseñados para la realidad de la industria, como el lector de código de barras manual HS-360X de Omron, están reforzados para soportar estas condiciones, y también contienen algoritmos avanzados para leer con precisión códigos dañados.

“C” es de “comunicar”. Después de recopilar los datos de trazabilidad, estos se deben comunicar al sistema de ejecución de fabricación (MES, del inglés Manufacturing Execution System). Los controladores de la planta pueden funcionar como agregadores de datos que envíen datos de trazabilidad al sistema de ejecución de fabricación. Es importante que el MES cuente con la interfaz adecuada para captar esta información e integrarla.

Un problema importante de la comunicación de los datos de trazabilidad es que el tiempo necesario para procesar todos estos datos puede aumentar considerablemente el ciclo de producción. Afortunadamente, mediante controladores diseñados de manera inteligente, como la serie NX/NJ de Omron, se puede transferir información de trazabilidad directamente a una base de datos SQL sin alterar el rendimiento del control de las máquinas. Con la transferencia segura de datos facilitada por los controladores NX/NJ a nivel de la máquina, estos facilitan la implementación de una solución de trazabilidad sólida y en tiempo real.

La trazabilidad se hace mucho más directa cuando se descompone en los cuatro conceptos de “marcar, verificar, leer y comunicar”, cada uno de los cuales se refiere a un requisito concreto de todo buen sistema de trazabilidad. Cuando el proceso se ve desde esta perspectiva, es más fácil comprender los desafíos de la trazabilidad, así como las formas de superarlos con tecnología avanzada.

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